Centavos de Aguilar

Hermosillo es la actual capital del estado de Sonora, en ella se acuñaron en distintos tiempos diferentes monedas locales como las cuartillas de Santoyo (llamadas así por el apellido del ensayador Leonardo Santoyo), moneda que posiblemente sea una de las más falsificadas que han circulado en el país, lo cual causó problemas económicos y sociales importantes en la región.



Fue en 1861 cuando se dio la autorización para la producción de moneda federal en esta ciudad.
Dentro de la moneda fraccionaria acuñada se tienen las monedas de un centavo producidas en los años 1875, 1876, 1880 y 1881, de las cuales se hicieron relativamente pocas (con ceca H se reportan 3,500 para 1875, 8,508 de 1876, 102,000 para 1880 y 459,000 en 1881, cifras tomadas del catálogo Krause).

Al vivir en Sonora he tenido la oportunidad obtener centavos de este tipo, al menos una de cada año, dentro de las monedas encontradas tengo un par en las que se aprecia un resello muy bien marcado de una letra A.



Casi no he podido encontrar información al respecto de ese resello. La única referencia apunta a la “posibilidad” que ese resello se realizó por orden de un terrateniente que vivió en la región de apellido Aguilar.
Al buscar más datos sobre el señor Aguilar tuve la fortuna de que un buen amigo, quien fuera cronista de una pequeña ciudad sonorense hasta hace unos pocos años, me narrara una anécdota sobre este personaje, les transcribo lo que recuerdo de la narración:

Don Pancho Aguilar se preparaba para salir a supervisar el funcionamiento de algunos de los campos de su propiedad, las bestias estaban ya ensilladas, el mayordomo y los vaqueros de su confianza lo esperaban ya afuera de su casa, mientras se alistaba frente al espejo del ropero su esposa, Doña Amparito lo abordaba con frases que demostraban su preocupación por la salud de su viejo esposo
--A que vas Pancho, está haciendo mucho frio, no te vaya a dar un aire.
A manera de respuesta don Pancho solo emitía un sonido parecido a un gruñido
-mmmmm
Pasaba un momento y se volvía a escuchar la voz de doña Amparo
-A que vas Pancho, todavía esta rete obscuro no se vayan a caer que el camino está muy maltratado
Y don Pancho con la misma contestaba –mmmmm
-A que vas Pancho nomas dile al mayordomo pa que atienda el asunto, pa eso eres el patrón
-mmmmmm
-A que vas Pancho, mejor quédate a almorzar aquí veras que le encargo a María que te hagan unos blanquillos con harta machaca como te gustan
-mmmmmmmm
-A que vas Pancho pos si ya ni siquiera vez bien
-Pos que no entiendes mujer que NO VOY A VERLOS, VOY A QUE ME VEAN.

La numismática me parece fascinante por la belleza de las monedas (a veces son toda una obra de arte), pero también es fascinante por que nos ayuda a descubrir parte de la historia de los pueblos,

y de vez en cuando...
nos permite imaginar un poco de la intimidad de algunos personajes del pasado…
Saludos
Mako

Muy interezante el post va mas +1

hermosas piezas! +1